quarta-feira, 12 de abril de 2017

Calles. Ratones. Vida.

Las calles lloran 
lágrimas de sangre 
arrancadas a puñaladas 
del ojo grande del mundo 
y la sangre escorre 
en la vereda 
con el agua de la lluvia 
y se va por la boca 
feroz de lobo 
y allá debajo 
llueve lluvia de sangre 
en las cabezas de los ratones 
desgraciados 
causan miedo 
y nojo 
en los hombres 
que más podridos, 
no pueden ser 
más ratones, 
no pueden ser 
desgraciados de los ratones 
que son comparados con ese tipo imundo 
que vive en el agoto 
de las malas elecciones 
que vive en la borbuja
del "yo" escroto 
el hombre es cuchillo 
el hombre es ratón 
el hombre es lamentación 
el hombre es tormenta 
llegando tras un buen día 
la sociedad, 
el mundo, 
son tierra arrasada 
después que el hombre pasa 
llevando todo por los aires 
por los mares
bebiendo todas en los bares 
vomitando y mandando 
todo a los ratones 
y sacando el cuchillo 
aquél mismo 
del inicio 
del poema 
de todo 
del cambio del siglo 
y yo ni hablo 
de la "alvorada voraz" 
y ni tampoco consigo 
rimar eso 
con "paz".